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El Backgammon resurge

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El Backgammon resurge

news_locos_backgammon(Extraido de «La Razón») / Cuando las consolas todavía esperaban en el laboratorio y los celulares no cabían en los bolsillos del pantalón, ellos se criaron tirando dados sobre el tablero y pensando estrategias. Salían del colegio y, cuándo no, se juntaban a jugar al backgammon para despuntar el vicio. Para algunos, era un clásico tan impostergable como el fútbol, con la misma pasión y sin suspensiones por lluvia. No había mejor pasatiempo que competir en los torneos del club Parliament y de la Asociación Argentina de Backgammon, los grandes impulsores en los años 80 y 90.

Después llegó la crisis económica, el despegue de las tecnologías y el eclipse del póker… pero esa generación que nació con el tablero bajo el brazo no claudicó y ahora impulsa un resurgir del juego en bares porteños, clubes y también en Internet; tal vez por la nostalgia de los años dorados y un amor intacto.

“Se puede hablar de un resurgir. Cada vez más gente se interesa por el juego, compite por Internet y se inscribe en torneos. Para mí, es el entretenimiento más lindo de todos y al mismo tiempo el más cruel, porque hasta el último momento no se conoce al ganador”, opina Fernando Neumark (38 años), quien creó la página de Facebook “Backgammon Argentina” para promover la actividad y difundir los lugares de encuentro.

Los fanáticos como Fernando tienen cuatro torneos mensuales para rememorar los viejos tiempos. Dos de ellos son organizados por el restaurante Mykonos en Las Cañitas y otros dos pertenecen a la liga “Amo jugar backgammon” y se desarrollan domingo por medio en el bar Thomas Bistró de Colegiales y en el Avelino de Barracas.

“Yo solía jugar cuando era chico en la asociación y en los clubes de la colectividad griega, pero ahora noto una movida muy fuerte y me pareció oportuno organizar estos campeonatos. Llegan a venir entre 30 y 40 personas por fecha”, destaca Gustavo Karamalikis (46), dueño de Mykonos. Para los interesados en participar, la inscripción incluye la cena y los premios van desde vinos hasta estadías en algún hotel de categoría. Mykonos además tiene su propio ranking de jugadores y a fin de año los mejores ocho disputan un certamen especial.

En medio de un clima amistoso y en el que predomina la diversión, los novatos pueden cruzarse allí con personas cuasi profesionales, que emplean estrategias estudiadas y prescinden del azar. Resulta que muchos de ellos aprovechan las nuevas tecnologías para perfeccionarse. Abundan las aplicaciones de celular y las páginas web para aprender movimientos puntuales y practicar con personas en otros países. A principios de año, se lanzó el sitio argentino www.gammonstar.com, que atrae a jugadores de todo el mundo.

“Toda mi vida me gustaron los juegos de mesa, pero hace cinco años me surgió el interés por el backgammon. Leí varios libros y ahora estoy aprendiendo por Internet. Hay que estudiar mucho y tener buena predisposición para ganarles a los que saben”, confiesa Daniel Olivares (52), integrante de “Amo jugar backgammon”.

Muchos de esos buenos jugadores viajan al exterior para medirse con los máximos exponentes del planeta. En el último Mundial realizado en Montecarlo participaron cinco argentinos. Fernando Neumark, que suspendió por un par de semanas su trabajo como licenciado en Administración de Empresas, fue el mejor posicionado al ganar el Repechaje: “Montecarlo es la meca del backgammon y todo jugador serio sueña con poder triunfar ahí. Si bien logré coronarme en una instancia menor, para mí fue una victoria inolvidable. Además, recibí el premio con la camiseta de Defensores, que siempre me da fuerzas je”.

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Una respuesta

  1. Dario Soraire dice:

    Hola Fernando, soy amigo de Raul de Pinamar, hace muchos años juego, me gustaria participar en algun torneo de ustedes, muchas gracias

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